La gastronomía es algo que apasiona a la humanidad desde que se tiene uso de razón pero, en cuanto a la definición de Turismo Gastronómico, podemos decir que es una forma de viajar que se basa en colocar a la gastronomía y a la cultura culinaria del país o el lugar que se visite como eje central.
Actualmente, es una modalidad en auge y bastante apreciada, ya que ofrece multitud de posibilidades para aquellos que quieren conocer un país en profundidad.
La gastronomía es cultura y, como elemento de interés para los turistas que es, forma parte de una cadena, pues quien normalmente visita un museo, suele pensar también en el sitio ideal para almorzar, y esta idea nos puede llevar a conocer la historia del lugar o a sus gentes.
Por ejemplo, una persona que viaje a Italia querrá probar una buena pizza artesanal, pero si a esto le añadimos el consumirla en un lugar de interés histórico en el que ampliar la experiencia, el resultado se puede calificar simplemente como magnífico.
Perfil del turista gastronómico
La heterogeneidad es el patrón común que define a los turistas gastronómicos. Al igual que la gastronomía ofrece un sinfín de oportunidades, son muchísimas las posibilidades y muchos los perfiles que pueden existir. Por ejemplo, el sector de la viticultura es uno de los más apreciados, ya que el amante del vino puede disfrutar de una estupenda visita a los viñedos, vivenciando el proceso de elaboración del vino y deleitarse degustando los vinos del lugar, acompañados de otras exquisiteces como quesos y mermeladas artesanales.
En este sentido, podemos dividir al turismo gastronómico en tres categorías:
Turista gourmet
Este perfil suele ser el más selecto, a la par de exigente; lo que busca es encontrar productos y alimentos de calidad que, mezclados, formen una armonía de sabores perfecta, algo totalmente distinto a lo que normalmente se suele probar. Además, este perfil es el que realiza un mayor desembolso económico y es el que mejor informado suele estar de las innovaciones culinarias que se producen en el sector; todo un sibarita.
Turista culinario o de segunda categoría
En el caso de estos viajeros, la gastronomía es un pilar fundamental durante sus vacaciones, pero no es su motivación principal. Estas personas combinan el probar alimentos novedosos, típicos del destino visitado, con otras experiencias de ocio, de diversa índole. Este turista es más fácil de satisfacer, ya que suele presentar una exigencia menor que la del turista gourmet.
Turista rural/urbano
Este es el segmento en el que se encuentra la mayoría de los turistas, cuya motivación principal no es la de realizar actividades relacionadas con la comida, por lo que no se le puede considerar un turista gastronómico, a pesar de que puntualmente sí se interesará por acudir a algún local de calidad.
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